Asentada sobre los legados de un pasado
glorioso, İstanbul es una ciudad
internacional con un centro financiero y
económico que ofrece servicios en
actividades bancarias, telecomunicaciones,
marketing, ingeniería y turismo.
Conferencias internacionales, festivales,
ferias, desfiles de moda, deportes y
actividades artísticas ofrecen una nueva
dimensión a la vida y al potencial de la
ciudad. İstanbul es uno de los centros más
concurridos para ‘viajes de congresos’ en el
mundo, ofreciendo toda clase de apoyo y
servicios para conferencias de todas los
tamaños. Las excelentes infraestructuras
en transporte y comunicación así como la
amplia oferta de alojamientos, equipados
con la más moderna tecnología. Los modernos hoteles están situados
junto a las casas de madera (yalı) en la
orilla, palacios de mármol se juntan
con fortalezas de piedra rústica y
elegantes recintos próximos a
pequeños pueblos pesqueros. La mejor
manera de contemplar el Bósforo es a
bordo de una de las embarcaciones de
pasajeros que zigzaguean
normalmente a lo largo de la orilla. Se
embarca en Eminönü y hacen escala en
las orillas asiática y europea del
estrecho alternativamente. La
excursión de ida y vuelta, con un
precio muy razonable, dura
aproximadamente seis horas. Si
prefiere un viaje privado, hay agencias
especializadas que organizan minicruceros
diurnos o nocturnos. Durante
el viaje, pasará a través del
espectacular Palacio de Dolmabahçe y
más adelante por los parques verdes y
pabellones imperiales del Palacio de
Yıldız. En las orillas de los parques está
ubicado el Palacio de Çırağan,
reformado en 1874 por el Sultán
Abdülaziz y ahora convertido en un
gran hotel. Durante 300 metros a lo
largo de la orilla del Bósforo, en las
fachadas decoradas y adornadas con
mármol, se reflejan los suaves
movimientos del agua. En Ortaköy, la
próxima parada, cada domingo se reúnen artistas para exponer sus obras
en una galería al aire libre, creando un
entorno muy animado por la diversidad
de personas. Pruebe un sabroso kumpir
(patata al horno) en uno de los puestos
callejeros. Y admire la iglesia, mezquita
y sinagoga que han convivido durante
centenares de años – un tributo a la
tolerancia popular de Turquía.